“A pesar de su aparente novedad en la jerga política y periodística colombiana, el término 'cacao', como sinónimo de dinero, viene desde la época colonial. Fue acuñado porque los pueblos indígenas de México y Centroamérica usaban el cacao como moneda gracias a que podía ser almacenado por largo tiempo y transportado con facilidad. Con la llegada de los españoles se popularizó como bebida sin que la palabra perdiera su connotación asociada a la riqueza. Entre los cachacos de la primera mitad de siglo era común usar el término 'cacao' para describir a alguien con mucho poder y dinero. Y quienes hoy son conocidos como 'Los cacaos' en Colombia tienen mucho de lo uno y de lo otro.” (Revista Semana, lunes 18 Agosto 1997).
A los “cacaos”, la revista Forbes que ranquea a los hombres más ricos del mundo los tiene permanentemente en sus listas. Sus apellidos ya no son extraños en el jet set financiero global. Los Ardila, Santo Domingo, Sarmientos son calificados en la “clase” billonarios. Sus fortunas vienen de diferentes sectores como las líneas aéreas, hasta las bebidas, pasando por los bancos, la construcción, la industria automotriz, la telefonía satelital, etc., etc., en suma todo lo que produce dinero. Son verdaderos “burros de oro”, que tienen un poder específico en el pasado, presente y futuro de Colombia, finalmente son quienes quintan y ponen los dirigentes políticos del país, son el verdadero poder detrás del trono.
Medellín es cuna de mucho de estos “cacaos”, el Sindicato Antioqueño, que reúne a las empresas más poderosas de la región reúne a unos cuantos, a nivel nacional e internacional son reconocidos como hombre claves de llamado “empuje” paisa. Varios de estos “cacaos” y representantes y mentores de éstos, que abundan en la ciudad, visitaron la Comuna 13, periplo que fue cubierto por el diario el Colombiano el 10 de octubre de 2010 bajo el gran titular: “A los “cacaos” sí les duele Medellín” . http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/A/a_los_cacaos_si_les_duele_medellin/a_los_cacaos_si_les_duele_medellin.asp?CodSeccion=179
Al artículo escrito por Germán Jiménez, vale la pena hacerle algunos comentarios y reflexiones.
1. Lo primero que se me viene a la cabeza leyendo el titular es ahora Sí les duele Medellín y antes ¿NO? ¿Por qué ahora y no antes, cuando la violencia en la ciudad acabo con toda una generación? ¿Por qué ahora y no antes, cuando en Medellín tenía una tasa de 340 homicidios por cada 100 mil habitantes?¿Por qué ahora y no antes cuando desde la cárcel de Bellavista, año 97, unos jóvenes arrepentidos le enviaron a Proantioquian su mensaje de voluntad de paz para que invirtiera en proyectos de empleo y desarrollo local a cambio que desde este penal, los jóvenes se comprometían a promover la convivencia en sus barrios?, y la única respuesta fue criticar la Asesoría de Paz y Convivencia de ese entonces, por “empadronar como actores de paz a los bandidos de Bellavista”.
2. Los “cacaos” usaron como medio de transporte el más seguro: el metro cable, por donde suben los Reyes de España, los representantes de la Banca y la prensa internacional, desde donde se vende la ciudad, y desde donde se blinda a los recién llegados de los riegos reales de las comunas, pues por las calles donde están los narcotraficantes y sicarios de Pablo Escobar, ah perdón de “Don Berna”, ah no de “Don Mario”, perdón de nuevo, de “Sebastián”, “Valenciano”, que ya no son “Dones”, por donde están los milicianos, la venta de vicio, las niñas embarazadas, las mujeres maltratadas, las caletas de armas, los niños desescolarizados, la policía corrupta, por ahí es muy peligroso subir, no se puede garantizar la seguridad a nadie.
3. Los “cacaos” conocen todo el mundo, Asía, África, Europa y por supuesto los EEUU de Norte América y venían a conocer el nuestro, nuestra Comuna 13, ¡que orgullo, que emocionante!, casi como ver un clásico del Medellín-Nacional o Madrid-Barça. Los “cacaos” han visto los pobres de Johannesburgo, la ciudad más poblada de Sudáfrica, y estos si son pobres, no puede ser… ¿más pobres que los nuestros?…sí. Pues así lo dijo el ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, el Dr. Enrique Iglesias, hoy Secretario General de la Secretaria General Iberoamericana, SEGIB, cuando asomó la nariz por el metro cable, diviso la ciudad y pregunto a sus seguidores, "¿en dónde está la pobreza en Medellín?", “pues nada se comparaba, por ejemplo, con las míseras favelas brasileñas…” esos sí eran pobre.
Cuando la pobreza se mide comparando a los pobres con los más pobres creo que estamos cometiendo un acto que va en contra de la dignidad del ser humano. Es caer en lo más bajo del neoliberalismo: la repartición de la pobreza.
4. El emocionante viaje sigue con los “cacaos” mirando desde el cielo a la tierra, al llegar a la parte más alta del metro cable, antes de tomarse las fotos que les mostraran a sus hijos y nietos para que vean que sus papas-cacaos y abuelos-cacaos no tuvieron miedo de “ir” a la comuna 13, una voz pregunta a un “cacao”, que por la ceremonia del relato bien parece un oráculo:
"¿Qué ves, Juan?"
"Veo lo absurdo de unas construcciones, muy riesgosas",
le respondió Juan Sebastián Betancur Escobar, presidente de Proantioquia.
"Pero, más allá, ¿qué?", le insistió ella.
"Veo -anotó él- un progreso enorme, casas de ladrillo en toda esa ladera, lo cual indica que hay trabajo y tesón".
Pregunto al oráculo Juan: será que en esas “construcciones, muy riesgosas” no hay tesón y trabajo, pues fueron hechas a costa de sudor y lagrimas, con las propias manos de hombre y mujeres desplazados en los años 80ª del Urabá Antioqueño, donde los “cacaos” han amasado sus grandes fortunas en la producción y explotación del banano, palma de coco y la agroindustria, entre otros grandes negocios. Será que lo único que es sinónimo de “trabajo y tesón” es lo que se hace con ladrillo, que es otro de los grandes negocios de los “cacaos”: la construcción.
A la pregunta también respondió otro oráculo: David Bojanini García, presidente del Grupo de Inversiones Suramericana, firma clave del llamado Sindicato Antioqueño.
"Veo dignidad.
Veo una ciudad creciente,
una zona que también es parte de lo nuestro
y en la que se nota el trabajo del gobierno local".
Pregunto al oráculo David, ¿cómo se hace para ver “la dignidad” (concepto que está relacionado con la racionalidad del ser humano, con el libre albedrio y con el ejercicio de la libertad de los hombre y mujeres), desde esa altura, sin pisar el barrio, sin hablar con sus gentes, sin conocer esa realidad tan compleja?
¿Por qué ahora y solo ahora, se entera que la Comuna 13 también hace “parte de lo nuestro” de la ciudad, que es prolongación “de los nuestro” de la Comuna 14 la del Poblado donde viven todos los “cacaos”.
¿Porqué solo ahora nota “el trabajo del gobierno local”, después que la Alcaldía ha estado interviniendo dicha comuna en todas las direcciones?, desde la operación Oriol, en donde la Seguridad Democrática del Ex presidente Uribe, recupero a sangre y fuego para los paramilitares la zona, hasta el día de hoy, en el que el Presidente Santos y el Alcalde Salazar, están empeñados en una nueva recuperación, y esta vez vaya usted a saber a quién le quedará la ya famosa Comuna 13.
Si alguna vez se construyera el metro cable cruzando la Comuna 14 del Poblado (cosa que jamás se hará, pues sus calles no son inseguras) y los habitantes de la Comuna 13 hicieran el recorrido panorámico de dicho vecindarios, divisando desde lo alto los edificios y casas construidas al mejor estilo californiano, adornadas por sus piscinas privadas, canchas de golf y de tenis, clubes, zonas verdes, a la pregunta que se les hiciera sobre lo qué veían abajo, responderían con ¡INDIGNACIÓN!, motivados por lo que estaban sintiendo producto de la gran desigualdad social que cruza la ciudad, que es un factor fundamental en la inseguridad de Medellín, y esto también los saben los “cacaos”.